1 de septiembre de 2011

Reload

Ya en el asfalto agachó la cabeza y apretó los dientes. Dispuesto a cometer una pequeña locura programada. Se saldría de un guión escrito precisamente para ello. Buscaba vaciarse físicamente y que sus pensamientos acompañaran a sus últimos restos de glucosa, aunque fuera sólo por educación. Ansiaba llegar a ese momento en el que el cerebro está demasiado ocupado en mantener la maquinaria en marcha, en equilibrar el balance energético de un organismo al borde del colapso. Necesitaba llegar a ese punto y prolongarlo lo suficiente para lograr el formateo temporal. Encontrar el botón de reset y mantenerlo apretado. Liberarse por unos instantes de todo aquello que le acechaba día a día. Sabía que era algo perecedero, efímero. Conseguir la energía necesaria para voltear el reloj de arena y dejar que todo caiga por su propio peso, lenta pero inexorablemente gracias a la bendita ley de la gravedad. Sabía que pronto debería girar de nuevo el mecanismo y todo volvería a ser como antes pero entonces nadie le podría quitar esos bellísimos momentos de libertad mental, de agujero negro. Serían suyos para siempre.

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