30 de diciembre de 2010

¿?


Ruido de maquinas y motores. Olor a resina y gasolina. Motosierras en el frescor de las mañanas estivales. Así por toda la Sierra. Acciones tan incomprensibles como inútiles. Pasó agachando la cabeza, concentrándose en el pedaleo, intentando no pensar en otra cosa más que en su esfuerzo con la certeza de que nunca llegaría a entenderlo.

23 de diciembre de 2010

Universo


Si algo de bueno tenía su trabajo era su intimidad. Disponía de un pequeño cuartucho anexo a uno de los laboratorios, olvidados como el resto de instalaciones situado en la planta baja del edificio. Administración y Gerencia ocupaban las “zonas nobles” en la planta alta. Si alguien venía a “visitarle”, cosa que ocurría una o dos veces a la semana, tenía tiempo de sobra desde que oía sus pasos por la escalera de mármol del vestíbulo. El lento paso del reloj era contrarrestado por un alto nivel de independencia que, además de permitirle organizarse el trabajo y el tiempo a su medida, le proporcionaba libertad añadida en sus costumbres y modos de actuar.
Al principio se sintió hasta cómodo en su pequeña ubicación. Adoptó el cubículo como su inframundo. Con el paso de los meses se hizo más fuerte en él. Cuando bajaba algún superior lograba vencer su timidez y responder cualquier posible insinuación sobre su trabajo o sobre su rendimiento. Atrincherado en su mesa se sentía capaz de casi todo y sobre todo se sentía confiado. Rara vez subía a las plantas superiores y, cuando lo hacía, se apresuraba rápidamente a volver, bajando al trote las escaleras como el buceador que se queda sin oxígeno y busca imperiosamente la superficie.
Pronto las rutinas diarias fueron adquiriendo un mayor peso específico, otorgándoles una importancia excesiva que rallaba la paranoia. Ante tanto vacío, la red se convirtió en su desahogo, en su válvula de escape. Visitaba siempre las mismas páginas en el mismo orden cronológico. A pesar de disponer de libertad total de visitas su lista de favoritos rara vez crecía. Sus límites los marcaban las webs de sus escasas aficiones y rara vez visitaba nuevas páginas con contenidos distintos. Sus correos personales cada vez tenían menos mensajes. Su móvil rara vez sonaba. No tardó en darse cuenta de que su encierro laboral iba más allá de lo meramente físico. Se puso a pensar en la gente que había conocido en los últimos años y se asustó al ver que era muy poca. Demasiada poca. Cada día que pasaba en su puesto se aislaba más y más. Se había convertido en una sombra de sí mismo. Una sombra que se confundía con el resto del mobiliario en el fondo del laboratorio abarrotado de aparatos inservibles, viejos, caducos. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando se imaginó dentro de 20 años en la misma habitación, visitando las mismas páginas.

16 de diciembre de 2010

Invisible


Desde pequeño nunca destacó en nada, salvo quizás en eso mismo. Esa medianía se instaló en su existencia llevándole a sentirse ignorado en multitud de situaciones cotidianas. Siempre tuvo esa sensación y como tal siempre pensó que no era más que una sensación completamente irreal y algo obsesiva. Fue pasando de puntillas en su vida académica, en muchas ocasiones deseaba ser objeto de la ira del profesor de turno, ser cuestionado o, al menos interrogado, salir al encerado se convirtió en una gesta digna del montañero más audaz.
Recuerda como en los comienzos de su trabajo acudía a las reuniones semanales con la excitación de sentirse parte de un equipo, una pieza más pero igual de imprescindible que cualquier otra, pronto se dio de bruces con su maldición, él estaba ahí pero no contaba, no tenía su parte de tareas semanales, sus opiniones y sugerencias parecían desvanecerse en el vacío antes de llegar a los oídos de sus compañeros. Llegó a obsesionarse con esas malditas reuniones del viernes por la tarde, en sus pesadillas gritaba en ellas pero de sus cuerdas vocales no se emitía sonido alguno por más que se desgañitara. Pronto buscó cualquier pretexto para evitarlas hasta que finalmente consiguió no ser convocado. Ser físicamente ignorado fue para él un pequeño gran triunfo, una confirmación de sus sospechas iniciales, subir un peldaño más de la escalera hacia el paraíso de la soledad.
Con el paso de los años el cansancio se adueñó de él. Agotado de la lucha baldía contra la corriente. Abandonó la táctica del puñetazo en la mesa. Dejó de luchar. Se dejó llevar. Se acabaron las propuestas, los planes, las reuniones, las conversaciones, las oportunidades. El día a día era un cumplir el expediente para llegar sano y salvo a casa. La táctica del avestruz. La absurda necesidad de esconder lo invisible.

10 de diciembre de 2010

Gus


Cuando abrió la puerta de la cocina alzó la cabeza mirándolo con sus ojos color miel y el morro apoyado sobre el suelo entre las dos patas delanteras.

Como imaginó no se había movido en toda la noche. La desconocida enfermedad lo había dejado prácticamente paralítico, acallando cualquier posible duda sobre la decisión que había tomado aquella misma noche de desvelos.

El animal no dejaba de mirarle sin emitir sonido alguno. Por un único momento llegó a ver en aquel perro algo más de lo que realmente era. Sus ojos parecían decirle que lo comprendía, que no se preocupara, que sabía que había hecho todo lo posible, que era el momento y lo asumiría como siempre lo hacía, con una calma y generosidad infinita.

2 de diciembre de 2010

A Guillermo


…SPV, Twinlock, Pushlock, RP23 Boostvalve, VPP, Horst Link, Poplock, Octalink, UST, Centerlock, Postmount, ELO, Magiclink, Powerlink,, Trueaxle, Tubeless, Platform plus, Direct Drive, Isis link, Stealth, Zero System, FSR, BB30, OST, Megaexo, Ahead, BB-91, GPS, DCR Technology, M5, CR1 Technology, Simón, FPS-2, Propedal, PressFit, X-Glide, X-Dome, Powerlock, Direct Mount, Exact Actuation Tech, Matchmaker X, X-Loc, Eje 15QR, Shadow, Hollowtech II, GigaXPipe, Isis Drive, Servo Wave, ISC System, Nano-matrix, SAVE Technology, PPDS2 System, High module (HM), Ultra High Module (UHM), ABP, Split Pivot, R1i System…
 Pluralitas non est ponenda sine necessitate
“Las cosas esenciales no se deben multiplicar sin necesidad”

Cada mes, al leer las revistas del sector, se hacía las mismas preguntas
 ¿Donde vamos? ¿Donde nos llevan?
Sea donde sea la montaña siempre estará ahí, esperándole.