El plato de plástico salió despedido de la mesa en una
trayectoria horizontal cual disco lanzado por el estonio de turno en una
competición atlética. Conforme iniciaba el descenso emanaban de él trocitos de
merluza rebozada, restos semimasticados y regurgitados acompañados de gotas del
kétchup con el que, últimamente, solía embadurnarlo casi todo. A pesar de todas
las represalias mantenía su actitud desafiante, su mirada firme dispuesta a la
lucha cuerpo a cuerpo si fuera preciso.
Carácter.
Cada vez que se repetía una situación similar observaba esos
ojillos redondos y oscuros, de mirada viva e inteligente. Admiraba sus
complejos mecanismos de adaptación a cada situación en concreto. Sus rápidas
reacciones, sus respuestas vivaces e increíblemente maduras para su edad. Su
verborrea exultante y atropellada y su innata capacidad de aprendizaje.
Pasadas las lágrimas y el mal trago todo volvía a la
normalidad. Modo de lucha en off.
Rencor cero. Como si el combate reactivara sus neuronas, pasaba de un estado
cercano al cataléptico a otro de actividad frenética y contagiosa que
acompañaba de una bendita fisicidad a la que sabía que nunca llegaría a acostumbrarse.
2 comentarios:
Dicen los antropologos que homo es la unica especie del planeta con una fase de crecimiento ralentizado..., infancia, ninez, adolescencia..., despues el estiron. Dicen que la sociedad sapiens es tan compleja que necesitamnos de ese tiempo retenido para poder educar y adiestrar a nuestros hijos..., pero oncluso así, hay veces que esos hijos maduran mas rápido y nos da la sensación de que nos falta tiempo para otorgar esa formación. A veces esos ojillos redondos y oscuros tienen demasiada profundidad para los adultos...., aunque sigan siendo los de una niña indefensa y frágil en un mundo de adultos.
Indefensa y frágil no se yo Pedro...que a esta no la conoces... y tiene mucho peligro...
Ahora en serio no deja de asombrarme cada día lo rápido que capta, asimila y reacciona.
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