8 de marzo de 2012

Lugares comunes

Normalmente vacíos e imperturbables, casi siempre silenciosos. Estaciones de servicio donde recargar ánimos. Se llenaba de su calma. Se recreaba de su naturaleza. Parasitaba su energía. En ellos se sentía acogido, seguro y protegido. Miembro de un club exclusivo. Sin exigencias ni requisitos. Envidiaba su fortaleza que hacía resaltar todavía más su propia fragilidad, su insignificancia frente a su grandeza.

3 comentarios:

Pedro Bonache dijo...

Jesús, acabo de sentir un escalofrio al leer este post. Hoy mismo pensaba visitar mañana l´Abella,a ver si las varas ya tenían yemas para ir corriendo a decirtelo..., pero te has adelantado y ya te has dejado caer por nuestro santuario particular.
Pero hoy te voy a hacer una correcion estilistica..., joer que pedante. Jesús, estos lugares nunca estan "vacios", siempre estan llenos de pureza..., vacios de la vileza de homo, de eso si estan vacios.
Un abrazo muy fuerte...., ya he visto los primeros lirios

Tercera persona dijo...

Hola Pedro,
Tienes razón...quise decir vacíos de gente...
Cuando me paré en la fuente me acordé de tu foto y me tiré un rato pensando que con los caminos que hay por la Calderona y siempre acabamos en los mismos sitios. Al final son para nosotros lugares especiales en los que nos sentimos a gusto aunque sea por unos instantes.
Por cierto el otro domingo (dia 4) nos volvimos a cruzar...bajabas como un rayo por la pista principal como si vinieras del Portixol, yo subía hacia la "prueba del hombre" te pregunté si ibas o venías, porque era pronto (9:30), y me lanzaste un ¡eiiiiiii! pero no paraste...yo giré y te iba a lanzar un ¡¡¡¡Pedroooo!!! pero venían un grupito de ciclistas y temí que me confundieran con Pe en los Oscars...más que nada por mi larga cabellera...

Voy a ver tus lirios ahora...

Pedro Bonache dijo...

Me encanta el gritito excitado y con gorgorito de Peeeee...., je, je, je. Eres genunino, Jesús..., pues ese día imagino que subí por el Campillo, bajé por "la prueba del hombre" (me encanta que hallas definido así el Portixol)y luego di la vuelta al circuito de siempre, los 40 km de siempre.... y como bien decias, los caminos de siempre, los rincones de siempre.
Me gusta eso de vernos así, al azar, veloces como el viento, siempre gozando la sierra.