- Vale Pedro pero voy todo el día
detrás tuyo...
Intentaba seguir la
figura verdosa bajo un cielo cubierto capaz de mantener la humedad
ambiental en valores próximos al 90%. Apenas podía fijarse en la Bicipalo que ascendía sin esfuerzo aparente por enésima vez el
Campillo, impulsada por una piernas delgadas prolongación de un
cuerpo que, afortunadamente, sólo desea mantenerse sano. Nunca tan cercano y, a la vez, tan inalcanzable. Distintos
ritmos para un objetivo parejo. Difícil sincronización si uno no
cede. Tras un cambio de planes tan obligado como sensato, es hora de recibir ese pequeño gran regalo de la jornada, un trocito de este tesoro compartido por muchos. Otra vía
abierta a futuras incursiones esperando ser iluminada en el plano
todavía demasiado oscuro de su Sierra. Como siempre un verdadero
placer.
1 comentario:
Preciosa foto robada y tu lo has dicho... "sin aparente esfuerzo...". Este verano subi esta pista sin esfuerzo, pero eso es algo que ocurre cuando mente y cuerpo fluyen y se solapan, cuando dejas de dar ordenes como sapiens sapiens y dejas que tus fibras y tis musculos se mueven al ritmo que ellos mismos determinen.
Y si que hay sincronia Jesús..., no hace falta que se ruede a la misma velocidad, la sincronia surge cuando se ve lo mismo, cuando se percibe ese algo en la sierra que tan solo podemos percibir nosotros..., ¿o crees que todo el mundo ve a las rapaces, a los ocelados o a los abejarucos volando por encima de nuestras cabezas...?. Ahora ya sabes subir al Sierro y ese será otra prosa en tercera genial y brillante que ya estoy esperando.
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