Tranquila peque. Todo pasa.
25 de marzo de 2014
17 de marzo de 2014
Rarezas
Llueve como no recordaba. Sus
zapatillas se hunden en la calle embarrada. Thor corre esquivando los charcos a
duras penas. Decididamente no le gusta el agua.
La capucha del chubasquero le
protege, le aísla de todo. Camina atravesando la urbanización desierta,
sintiéndose un poco Cousteau en el batiscafo inmerso en una fosa abisal
escuchando tan sólo las gotas caer sobre el tejido impermeable.
Echaba de menos estos paseos bajo
la lluvia, los olores distintos, la tranquilidad de dar libertad al retriever sin estar pendiente de nada.
El animal rebosa vitalidad. Viene y va incansable, despierto, ávido de juegos,
curioseando cada rama o cada objeto que encuentra. De pronto aparece desde un
campo de naranjos saltando si aparente esfuerzo un murete con la gracilidad de
un caballo de Ascot.
Siente una punzada en el estómago
al pensar que lo verá morir.
13 de marzo de 2014
Quizá
Quizá no tuvieran espacio en el maletero del coche para llevar la
bolsa hasta el contenedor más próximo.
Quizá pesaba mucho en la mochila y estorbaba a la hora de caminar o
pedalear.
Quizá consideraron que estéticamente otorgaba un valor añadido al
paisaje.
Quizá él era un exagerado y sacaba de contexto una simple bolsa de plástico
y un poco de basura.
Quizá él era un egoísta que cuidaba aquel rincón como si fuera de su
propiedad y no podía comprender que alguien estuviera tratando así a su monte.
Quizá al final tenemos lo que nos merecemos y no nos queda otra que
asumirlo.
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