24 de enero de 2014

Lección natural


La encontró en el suelo, andando tranquilamente, sin ningún signo externo de daño, como adormilada. Se extrañó de ver avispas en pleno invierno. El insecto a pesar de mantener intactos sus colores aposemáticos, no era capaz de infundir el respeto que merecía. Se encontraba desubicado, a merced de cualquiera y mostraba un comportamiento apacible y manipulable. Lo recogió con un pequeño palo y estuvo jugueteando con él, aprovechándose de su docilidad para colocarlo a su antojo en distintos decorados que le permitieran captar con su cámara una belleza impostada tan irreal como innecesaria, tan absurda como egoísta.

Al final, cuando menos se lo esperaba, el himenóptero sacó sus últimas fuerzas y agitó sus alas  volando imponente hacía un lugar indeterminado, hacia la incertidumbre, pero hacia una incertidumbre decidida por él mismo.



Aún hay tiempo para reaccionar.

2 comentarios:

Pedro Bonache dijo...

Magistral, Jesús...,lo voy a compartir.

Tercera persona dijo...

¡¡Jopetas!! te has hecho un intensivo de comentarios...
Gracias por estar ahí amigo.