13 de octubre de 2010

Amputación periódica



Como cada año contemplaba impotente otra de las acciones del ser superior en su intento por domesticar la naturaleza. El antropocentrismo llevado al extremo. La paradoja de inutilizar la utilidad, de dinamitar tus propios objetivos y fines.
Las brigadas se afanaban armados hasta los dientes con todo tipo de útiles manuales y motorizados. El rigor es arrollado por la arbitrariedad y las prisas. No hay fin ni motivo aparente. La incongruencia de la acción es tal que anula el fin por el cual se realizó. Las podas indiscriminadas se cobijan en el peligro para los viandantes, en la visibilidad, en la higiene de las calles…argumentos que se derrumban en la gran mayoría de los casos y más, en ejemplares plantados para dar sombra y disfrute visual al peatón. Trazos de humanismo en el duro asfalto emborronados por el sonido de las motosierras.

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